Paladar es un término empleado exclusivamente en Cuba para designar a restaurantes montados y dirigidos por cuentapropistas. Por eso resulta curioso que al visitarlos se puede estar comiendo en la sala, un cuarto o el patio de la casa original. Una singular vivencia que a muchos atrae por la espontaneidad de la práctica, pero también por las delicias que se cocinan en medio de la historia de cada lugar.

El término, de uso popular, tiene su origen en la telenovela brasileña Vale Todo, mostrada en Cuba a inicios de la década de los años 90’s. Paladar era el nombre de la cadena de restaurantes industriales dirigidos por Raquel Accioli, la protagonista, interpretada por Regina Duarte. La transmisión de esta telenovela coincidió en época con la primera emisión de licencias para el trabajo cuentapropista en Cuba, por lo que el público cubano bautizó así a los entonces establecimientos de nuevo tipo.
Restaurantes, pizzerías, bares y cafeterías transformaron el paisaje citadino cubano y también el de recónditos lugares, que hoy exhiben renovados aires bajo el influjo de un sector privado que brinda las mejores opciones culinarias del momento en Cuba.

Sin lugar a dudas, una ropa vieja con un buen congrí y yuca con mojo, aguacates y tostones, sería opción dada despreciable dentro de la gastronomía cubana. Menos presentes en los restaurantes son los tamales, que son una de las delicias de nuestra cocina, y que se elaboran s con maíz molido y envuelto en su propia hoja o paja, como se le nombra en Cuba.